jueves, 30 de julio de 2015

Reflexión

Unas reflexiones sobre el trabajo docente directivo que realizamos.


Un video corto para una reflexión personal pero que pueda ser transmitida posteriormente para enriquecer el quehacer docente. 
Abajo enseguida una reflexión escrita:

Reflexiones personales de mi trabajo como docente-directivo

Una de mis mayores satisfacciones en la docencia, desde que me dedico a ella que es mi fuente de ingresos y saberes, es ver que en cada momento se puede aportar, construir, enseñar, y muchas cosas más, pero que también se puede recibir, aprender, y que no se vale (nunca debe ser válido) echar a perder. Más cuando hablamos de trabajar con seres humanos, muchas de las veces llenos de credibilidad hacia lo que somos, lo que hacemos y enseñamos o generamos para construir los ambientes favorables y los aprendizajes.
El respeto a mi trabajo engloba mucho, porque en ello va implícito el respeto al derecho de los demás, el respeto a las dignidades, a las diferencias, creencias, inclinaciones, gustos y preferencias; religión, origen y nivel social, cultural, etc.
En todo ello está y debe estar siempre la reflexión constante –como ahora mismo lo es este trabajo, o lo pretende ser-, pues cada paso dado en esta carrera o profesión tendrá impactos inmediatos, a mediano y/o largo plazo.
Es tan diversa la conformación de nuestros planteles y sociedad, que es ahí donde se generan los aprendizajes para uno, ya no digamos para los demás, y en ese sentido tenemos que estar participando, cuidando cada detalle, pues proyectamos parte de nuestro ser personal, en un compromiso social que se asume, pues en el caso (como el mío) que nos dedicamos a la educación pública, estamos sujetos a compromisos que tenemos que cumplir por normatividad, por cuestión del Derecho, a veces usos y costumbres para lo bueno, y jerarquizar tareas, sin dejar  de ser los seres humanos que somos, pero también seres sociales que debemos velar por el mejor desarrollo de nuestros conglomerados a los que pertenecemos en la proporción y condición que sean.
En mi caso, ahora entrando a la responsabilidad directiva que cubro como Subdirector de una Secundaria Técnica, hago hasta donde se puede pues cumplir con todas las encomiendas que nos marcan las leyes, lineamientos, reglas y normatividades y a la vez no dejar de ser la persona con sentimientos que soy, sean cual fueren estos, me pone como a muchos, en una postura difícil que nos lleva a ser mediadores, más tolerantes, más diplomático y a veces muy duro o muy blando, estas dos últimas condiciones, de acuerdo a la óptica de quien nos observa.
En el puesto directivo, todos nos observan, nos juzgan, nos miden, nos “tienen en la mira”, como decimos coloquialmente; no se nos permiten algunas cosas, que aun cuando esté en la normas pedir, señalar, exigir u otra cosa, es mal visto por otros, más por quienes nunca han ocupado un cargo similar.
Tratar con la diversidad de personal donde lo mismo se tiene que tratar con un técnico con estudios en alguna ocupación más manual o mecánica, que con algún docente con varios años de experiencia y una capacitación hasta Doctorado, ya no digamos con los Diplomados que se alternan en el transcurso de su carrera, es un ejercicio que nos va llevando de la mano de la prudencia, de la lectura, de la investigación, pues nos tenemos que ir acomodando al centro de trabajo y a sus gentes, sin dejar de cumplir con los lineamientos.
Qué decir el tratar con los padres y/o madres de familia, ese es otro punto muy importante. A mí me gusta hacerlo pues se trata de atenderlos de la mejor manera y eso nos permite también pulsar a la escuela y su personal, a la vez que a los mismos padres y madres, sin dejar de hacer balances del desempeño que uno mismo está teniendo.
Los alumnos, nuestro principal elemento de trabajo para y por el cual nos dedicamos a esta tarea de educar, están y siempre deben de estar al centro de nuestras labores, tal como lo marca el primero de los 12 Principios Pedagógicos: Centrar nuestra atención en los procesos de aprendizaje de nuestros alumnos, donde como se recomienda tenemos que “generar un ambiente que acerque a los estudiantes y a los docentes a los conocimientos significativos y con interés.”
Mucho se puede escribir en base a razonamientos sobre nuestra labor docente, pero no deseo saturar estas páginas con más cosas que las que de momento fluyeron espontáneas a la hora de escribir lo que se solicita en este espacio.
Reciban mi saludo cordial; les recuerdo que estoy en un Subdirección de Secundaria Técnica, en una zona de alta marginación en la ciudad de La Paz, B.C.S., México.

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